Sierra de la Demanda. Pico de San Lorenzo.(La Rioja) desde la villa de San Andrés, una tarde de Enero.

 

 

 

Esquema básico de la obra.

1.- Esquema básico de la primera parte de la obra (estrofas 1 – 16).

Capítulo 1, Propósito de Berceo: contar "la pasión" de san Lorenzo (1).

Capítulo 2, Presentación de Valerio y de Vicente y Lorenzo (2 – 5).

Capítulo 3, Presentación del papa Sixto (6 – 7).

Capítulo 4, Valerio viaja a Roma con sus dos diáconos y el papa Sixto, habiendo observado la valía de ambos, quiere quedárselos (8 – 9).

Capítulo 5, Disputa entre Sixto y Valerio (10 – 15).

Capítulo 6, Descripción del acuerdo: Lorenzo se queda en Roma con el papa Sixto, Vicente regresa con el obispo Valerio (16).

2.- Esquema básico de la segunda parte de la obra (estrofas 17 – 105).

1. Primera parte. Vida de san Lorenzo en Roma hasta que estalla la persecución de Decio (17 – 23).

2. Segunda Parte o "Pasión y muerte" del papa Sixto (24 – 77).

1. Parte primera o Introducción. Llega la persecución (24 – 34).

2. Parte segunda o Disputa entre Decio y Sixto (35 – 45).

3. Parte tercera o Lorenzo da los tesoros a los pobres y los ayuda con milagros (46 – 61).

4. Parte cuarta o La despedida de Sixto y Lorenzo (62 -75).

5. Parte quinta o Martirio de Sixto (76 – 77).

3. Tercera parte o "Pasión y muerte" de san Lorenzo (78 – 105).

1. Introducción (estrofas 78 – 91).

2. La disputa de Valeriano con Lorenzo (92 – 99).

3. Martirio de Lorenzo (100 – 105).

Interpretaciones.

Interpretación literaria.

Los bienes de la Iglesia en la vida y obra de Berceo.

 

 

 

 

Esquema básico de la obra.

 

Esta obra hagiográfica de Berceo, hoy incompleta, tiene dos partes de muy desigual extensión:

  1. La vida de san Lorenzo previa a su estancia en Roma (estrofas 1 – 16).

  2. La vida de san Lorenzo en Roma (17 – 105).

El dato que nos lleva a esta conclusión es el contenido de las estrofas 1 y 17, estrofas iniciales de cada una de las partes:

"… quiero fer la passión de señor sant Laurent,

en romanz, que la pueda saber toda la gent."

(1, c y d).

"tornemos en Laurencio la su pasión contar,

a lo que prometimos pensemos de tornar."

(17, c y d).

La estrofa 1 sirve a la vez de presentación de toda la obra y de la parte primera de ésta. Lo dejan muy claro los versos c y d de la estrofa 17.

 

 

 

1.- Esquema básico de la primera parte de la obra (estrofas 1 – 16).

 

El resumen del contenido de la primera parte de la obra sería éste: "De cómo san Lorenzo que era diácono en Huesca pasó a serlo en Roma."

El esquema básico sería el siguiente:

Capítulo 1, Propósito de Berceo: contar "la pasión" de san Lorenzo (1).

Capítulo 2, Presentación de Valerio y de Vicente y Lorenzo (2 – 5).

Capítulo 3, Presentación del papa Sixto (6 – 7).

Capítulo 4, Valerio viaja a Roma con sus dos diáconos y el papa Sixto, habiendo observado la valía de ambos, quiere quedárselos (8 – 9).

Capítulo 5, Disputa entre Sixto y Valerio (10 – 15).

Disputan por quién de los dos debe quedarse con ambos diáconos.

Es el núcleo central de la primera parte de la obra.

Toda la disputa está expresada en estilo directo (cita literal de palabras textuales), salvo la estrofa 14 que lo está en estilo indirecto (se da cuenta de la intervención oral, narrándola; sin cita literal de palabras textuales).

La estrofa 15 tiene 5 versos por razón de contenido.

Sección 1, Sixto le pide a Valerio que le ceda los dos diáconos (10 – 11).

Sección 2, Valerio se niega (12 – 13).

Sección 3, Sixto se queja de la negativa de Valerio (14).

Sección 4, Valerio propone un acuerdo salomónico (15, a – d).

Sección 5, Sixto acepta (15, e).

Capítulo 6, Descripción del acuerdo: Lorenzo se queda en Roma con el papa Sixto, Vicente regresa con el obispo Valerio (16).

 

 

 

2.- Esquema básico de la segunda parte de la obra (estrofas 17 – 105).

 

El resumen del contenido de la segunda parte de la obra sería éste: "Estancia de san Lorenzo en Roma."

El esquema básico sería el siguiente (3 partes con sus respectivos detallados desarrollos):

  1. Primera parte. Vida de san Lorenzo en Roma hasta que estalla la persecución de Decio (17 – 23).

  2. Capítulo 1, Propósito de Berceo de volver al proyecto inicial (17).

    Capítulo 2, Vida ejemplar de Lorenzo en Roma. Ansia de martirio (18 – 23).

  3. Segunda Parte o "Pasión y muerte" del papa Sixto (24 – 77).

Con cinco partes bien delimitadas. 1) Una breve introducción, 2) una acalorada disputa entre Decio y Sixto, 3) una narración detallada de cómo cuida Lorenzo a los necesitados de la Iglesia de Roma entre los que distribuye las riquezas de ésta, 4) la emotiva despedida de Sixto y Lorenzo y 5) la muerte de Sixto. Cada una tiene sus capítulos propios.

    1. Parte primera o Introducción. Llega la persecución (24 – 34).

    2. Capítulo 1, El paso de un tiempo de paz a un tiempo de persecución (24).

      Capítulo 2, Presentación del perseguidor, Decio (25 – 26).

      Capítulo 3, Sixto prevé lo que va a venir (27).

      Capítulo 4, Sermón de Sixto animando al martirio (28 – 32).

      Capítulo 5, Decio cita a Sixto a su presencia (33).

      Capítulo 6, Sixto confía a Lorenzo los tesoros de la Iglesia de Roma (34).

    3. Parte segunda o Disputa entre Decio y Sixto (35 – 45).

    4. Disputan sobre quién debe ser el dueño de los tesoros de la Iglesia de Roma.

      Es el núcleo central del bloque 2.

      Tanto en el comienzo de la disputa (35) como en el final (45) una parte de la estrofa es narrativa, otra es hablada en directo.

      Capítulo 1, Comienza la disputa. Sixto le pregunta a Decio por sus intenciones (35).

      Capítulo 2, Decio le pide a Sixto que le entregue los tesoros de la Iglesia (36).

      Capítulo 3, Sixto se niega (37 – 38).

      Capítulo 4, Decio le reprocha a Sixto su necia decisión (39).

      Capítulo 5, Sixto responde que debe obedecer a Dios antes que a él (40).

      Capítulo 6, Le comunica que los tesoros de la Iglesia están a buen recaudo (41).

      Capítulo 7, Capítulo 1, Decio exige a Sixto que sacrifique a los dioses (42).

      Capítulo 8, Capítulo 1, Sixto se niega (43 – 44).

      Capítulo 9, Fin de la disputa. Sixto es condenado a ser decapitado (45).

    5. Parte tercera o Lorenzo da los tesoros a los pobres y los ayuda con milagros (46 – 61).

    6. Parte cuarta o La despedida de Sixto y Lorenzo (62 -75).

    7. Capítulo 1, Lorenzo va al encuentro de Sixto que es conducido al martirio (62).

      Capítulo 1, Palabras de Lorenzo a Sixto (63 – 69).

      Capítulo 1, Palabras de Sixto a Lorenzo (70 – 73).

      Capítulo 1, Despedida de Lorenzo (74).

      Capítulo 1, Despedida de Sixto (75).

    8. Parte quinta o Martirio de Sixto (76 – 77).

 

  1. Tercera parte o "Pasión y muerte" de san Lorenzo (78 – 105).

  2. Con tres partes: una parte preparatoria, un nudo central que es la disputa entre Valeriano y Lorenzo y un desenlace que es el martirio del santo.

    1. Introducción (estrofas 78 – 91).

    2. Capítulo 1, Detención de Lorenzo (78 – 79).

      Capítulo 2, Milagros en la prisión (80 – 85).

      Capítulo 3, Disputa Decio – Lorenzo (86 – 87).

      Capítulo 4, Decio, Valeriano e Hipólito se pasan a Lorenzo (88 – 89).

      Capítulo 5, Conversión de Hipólito (90 – 91).

    3. La disputa de Valeriano con Lorenzo (92 – 99).

    4. Sección 1, Valeriano exige a Lorenzo los tesoros de la Iglesia (92 – 93).

      Sección 2, Lorenzo se aviene a entregárselos en un plazo de tres días (94).

      Sección 3, Valeriano convencido del éxito, presume de ello ante Decio (95).

      Sección 4, Lorenzo muestra a Valeriano los tesoros de la Iglesia: (96 – 97).

      Sección 5, Valeriano, burlado, comunica su fracaso a Decio (98).

      Sección 6, Lorenzo es conminado a sacrificar y se niega a hacerlo (99).

    5. Martirio de Lorenzo (100 – 105).

Sección especial, Humor negro del santo aragonés (104 – 105).

 

 

Interpretaciones.

 

Interpretación literaria.

"Érase una vez, en un lejano país, un anciano rey que tenía tres jóvenes hijos. Sintiéndose morir y queriendo dejar como heredero al más capacitado, los llamó a su presencia y les dijo: "Hijos míos,…."

Así comienza un muy viejo cuento popular y en sus muy escasas tres líneas iniciales ya nos enseña que un buen narrador, puesto a contar apasionantes historias, debe demostrar, en todo momento, que domina y sabe combinar a la vez tres técnicas básicas de expresión: la descripción, la narración y el diálogo.

Berceo es un excelente poeta narrativo que en el Martirio de san Lorenzo utiliza el diálogo con tal maestría que en ocasiones convierte el poema en algo muy similar a una buena obra de teatro.

El punto culminante de la primera parte (estrofas 10 – 15) está en la disputa entre el papa Sixto y el obispo Valerio sobre si los diáconos Vicente y Lorenzo deben volver a Huesca o quedarse definitivamente en Roma.

La disputa termina en un acuerdo salomónico por el que Vicente vuelve con Valerio y Lorenzo se queda con Sixto.

Es la forma clara que utiliza Berceo para explicar cómo Lorenzo llegó a Roma y porqué se quedó allí, al lado del papa Sixto. Que es de lo que se trataba.

La segunda parte, incompleta, es mucho más compleja que la primera y dos de sus componentes básicos son dos "pasiones", la del papa Sixto y del propio protagonista, san Lorenzo.

En la pasión del papa Sixto, el meollo es una disputa apasionada y apasionante entre Decio y Sixto (estrofas 35 – 45) sobre quién debe ser el dueño de los bienes de la Iglesia de Roma. Disputa que es el núcleo de todo el texto. Es la administración de esos bienes la obligación de siempre de Lorenzo (es un diácono en Huesca y en Roma) y es la defensa del buen uso de esos bienes la que va a llevar a la muerte a Sixto en primer lugar y a Lorenzo después.

En la pasión de san Lorenzo es la disputa (estrofas 92 – 99) entre Valeriano y Lorenzo la que lleva los acontecimientos al desenlace de la obra que no es otro que el martirio de Lorenzo.

San Lorenzo hace gala de un agudo sentido de la ironía con el que se burla muy en serio de Valeriano y de un humor negro aragonés quintaesenciado con el que se burla de sus verdugos (estrofas 104 – 105) en un monólogo que en sus palabras esenciales "versa et manduca" ha pasado a la categoría de los aforismos.

Que el Duque de Rivas, en Un castellano leal, o Zorrilla, en A buen juez, mejor testigo, conviertan partes de sus poemas en plásticas escenas de teatro, no sorprende a nadie; eran autores consumados de obras escénicas.

Que lo haga Berceo aquí sorprende un poco; no mucho, si recordamos que nada más abrir el Cantar de Mio Cid (vs. 40 – 49) nos encontramos con el discurso de una niña merecedor de estar en cualquier buena antología de la mejor oratoria.

El diálogo en la poesía narrativa es tan antiguo como ella. Está ya en la fábula más vieja y más tradicional.

 

 

Los bienes de la Iglesia en la vida y obra de Berceo.

 

Berceo sabía por experiencia de la conservación y de la administración de los bienes eclesiásticos. No parece descabellado pensar que tuviese una formación jurídica universitaria y que la ejerciese al servicio de los intereses materiales del monasterio de San Millán.

Había aprendido en la vida de san Millán el uso debido e indebido de esos bienes. San Millán al que le preocupaban de verdad los necesitados fue acusado de manirroto y casi expulsado de la parroquia de Berceo para la que había sido ordenado clérigo sólo por pura obediencia. San Millán creó, después, en torno a su cueva-vivienda todo un centro de acogida de necesitados en uno de los momentos más complicados de la Historia de España en los que Leovigildo peleaba por recrear un Estado unido y eficaz, sometiendo al imperio de la Ley a todo un caos de bárbaros, bandidos, señores de la guerra y jefecillos independentistas de mafias varias.

En ese centro de acogida de necesitados, una verdadera isla de tranquilidad y buenos alimentos, al más clásico estilo riojano, las pobres gentes, víctimas del desorden y de la anarquía impuesta por la ley del más fuerte, recobraban la paz y la salud del alma y del cuerpo.

Había tenido Berceo una segunda oportunidad aprendiendo el ejemplo de santo Domingo de Silos, el defensor y buen administrador por antonomasia de los bienes eclesiásticos durante toda su vida de monje.

Y estas lecciones las había recibido en el marco de una grande y prestigiosa abadía benedictina. San Benito es el reconocido patrón de Europa porque en las abadías benedictinas y cistercienses nació la Europa laboriosa, culta y libre, cumplidora de los deberes con Dios y con el prójimo.

San Lorenzo, para Berceo y para sus lectores y oyentes, era algo más que una ermita que cristianizaba el monte, hasta nuestra infancia considerado "santo" en todo el valle del Najerilla. San Lorenzo era el fiel cristiano que había defendido la independencia de su conciencia y de su iglesia, su comunidad cristiana, contra el totalitarismo y la avaricia expropiadora del tirano laico de turno.

Fue su ejemplo el que siguieron san Millán, santo Domingo de Silos, santo Domingo de la Calzada, san Juan de Ortega y el propio Berceo.

En el fondo es la terca persistencia en las conciencias del Decálogo hebreo—"no matarás, no robarás, no desearás los bienes ajenos"—reforzado por la mentalidad romana—"libre es aquel que se puede pagar, de su bolsillo, los costes de su libertad". "Yo soy yo y lo mío, tú eres tú y lo tuyo, él es él y lo suyo".

No hay manera, en latín, de entender los pronombres personales sino se les añaden indisolublemente unidos los pronombres-adjetivos reflexivos-posesivos.

No hay libertad que valga si no hay derecho a la propiedad privada. Eso sí, la propiedad privada entendida como generadora de libertad y bienestar para uno mismo y para los demás.

Lo que no sea eso es pura y dura codicia y avaricia.

La innegable labor civilizadora de la Iglesia ha sido posible gracias a la propiedad de sus bienes materiales. Ha habido abusos, nunca tan grandes como los causados por las desamortizaciones laicas y los socialismos reales. La película La Misión era el libro de texto con el que durante años yo he explicado esto a mis alumnos de Historia. Claro que la completaba con otra película, Lutero.

El desastre comienza cuando en la Iglesia, de vez en cuando, el mal radical de la pobreza es convertido en ideal de virtud y cuando el imprescindible y natural dinero es demonizado.

Siempre me parecieron mucho más "santos" los Médicis florentinos y su corte de genios que san Francisco de Asís y sus inútiles, parásitos y prepotentes "poverelli".

 

 
 
 

 

 

El "Martirio de san Lorenzo" de Gonzalo de Berceo.  
Estructura y comentarios.

 

ANTONINO M. PÉREZ RODRÍGUEZ
Catedrático del IES “Lope de Vega” de Madrid